"Cada mes de abril, cuando el viento sopla desde el mar y se
mezcla con el aroma de las lilas, Landon Carter recuerda su último año en el
instituto Beaufort. Era 1958 y Landon ya había tenido una o dos novias. Juraba
incluso, que ya se había enamorado. Desde luego, la última persona de la que se
imaginó que lo haría era Jamie Sullivan, la hija del pastor baptista del
pueblo. Jamie era una chica callada, que siempre llevaba la Biblia entre sus
libros para el colegio, y que parecía contenta viviendo en un mundo aparte del
resto de los adolescentes: cuidaba de su padre viudo, rescataba animales
abandonados y era voluntaria en el orfanato. Ningún chico le había pedido una
cita jamás. Landon nunca hubiera imaginado hacerlo. Sin embargo, un giro del
destino hizo que Jamie se convirtiera en la pareja de Landon para el baile. Y
desde ese momento, la vida del chico cambiaría para siempre. Estar con Jamie le
enseñó las profundidades del corazón humano y le llevó a tomar una decisión
asombrosa que marcaría el comienzo de su madurez."
Este es uno de mi libros románticos favoritos, no sólo por la historia, sino también por la madurez que adquiere cada uno de los personajes. Una historia que puede parecer un poco cliché, pero la manera en la que lo relata el autor transciende de tal manera que la trama deja de ser la que cuentan siempre: el tipo popular de la escuela, se enamora de una marginada. Landon hace todo lo posible para enamorar a Jamie, a pesar de sus advertencias. El final de la historia da un giro inesperado, pero no te deja un sinsabor como algunos libros similares. La manera en la que Nicholas puso sobre el papel esta historia te hace sentir que tú la estás viviendo, y te permite madurar junto a los personajes.
Si alguien ya ha leído algún libro de Nicholas, este no los va a defraudar, es igual de maravilloso a los otros. Y si alguien no ha leído ninguno, este es, por mucho, el mejor por el cual empezar.
-A
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